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Cinco consejos para mezclar cócteles profesionales en casa

ago 17, 2020

Elaborar un cóctel maravilloso en casa no tiene que ser sinónimo de vasos haciendo piruetas en el aire o cócteles con fuego. Hemos recopilado cinco sencillos consejos que te ayudarán a dominar la coctelería y que cubren los aspectos básicos de este arte para que puedas crear tus cócteles en casa con la máxima profesionalidad.

Los ingredientes son la clave

Los y las barman con experiencia aseguran que es más difícil servir un cóctel sencillo que uno complejo porque no hay opciones para disimular. Es imprescindible que el ingrediente único o los ingredientes de esta clase de cócteles sean de primera calidad: empezando por la propia bebida alcohólica.

Las bebidas alcohólicas baratas utilizan ingredientes de menor calidad o incluso sintéticos y se elaboran siguiendo métodos más industrializados que acortan y abaratan su fabricación. Por ejemplo, el ron debería ser destilado con jugo de caña de azúcar recién exprimido. Los destiladores pueden sustituirlo por melazas para abaratar la producción, pero los entendidos reconocerán la diferencia. Y tu cabeza al día siguiente, también.

Otro factor importante es que siempre conseguirás un mejor resultado si utilizas fruta o hierbas frescas en lugar de sustitutos congelados o envasados. Un buen truco de la coctelería para principiantes es preparar y guardar jarabe de azúcar casero. Con este ingrediente, tu cóctel será más equilibrado que aquellos que utilizan jarabes comprados. Además, es increíblemente fácil de elaborar: simplemente deja hervir agua y azúcar en cantidades iguales (o el doble de azúcar que de agua si deseas algo más intenso).

No subestimes el hielo

¿Te da mala espina si pides un cóctel y te dicen «aquí tienes uno que preparé hace un rato»? Posiblemente sea porque conoces la importancia de la temperatura en los cócteles.

El cristal no es un buen conductor de la temperatura, por lo que enfriar la cristalería puede parecer elegante, pero no ayuda mucho a mantener la bebida fría. Además, ¿a quién le sobra espacio en el frigorífico de casa? La mejor forma de enfriar un cóctel es agitándolo enérgicamente con hielo: puedes usar hielo casero, y este no necesita ser bonito. Este proceso también añade la dilución necesaria a los cócteles en los que predomina la bebida alcohólica.

Uno de los últimos gritos en lo que a hielo se refiere son los bloques cristalinos de gran tamaño. Además de ser bonitos y de impresionar, se derriten despacio y mantendrán tu bebida fría sin diluirla. Puedes comprar unas bandejas de gran formato para congelar los tuyos en casa o ir a por todas e invertir en unos bloques de fabricación profesional que llevarán la coctelería para principiantes al siguiente nivel.

Una buena cristalería va más allá de la presentación

¿Alguna vez te has preguntado por qué los Martini se sirven en copas de cóctel con forma de V y los Negroni en vasos tumbler? No solo es cuestión de presentación: las copas de cóctel están diseñadas para subrayar las diferentes cualidades de las bebidas.

Una copa para disfrutar de una bebida seca debería tener la capacidad justa para sostener un trago de bebida alcohólica (30 ml), con o sin hielo, y al mismo tiempo debería permitir que el consumidor aprecie los aromas. Por otro lado, un vaso highball o de trago largo está diseñado con laterales altos para mantener la efervescencia de los cócteles mezclados. La típica copa de Martini o de cóctel ayuda a liberar parte del calor e intensidad de las bebidas alcohólicas. Por eso, no solo es importante la presentación: cada copa tiene un propósito específico y ayudará a realzar o a atenuar tus cócteles caseros.

En 2019, RIEDEL introdujo una nueva colección de copas para bares en colaboración con el especialista en bebidas alcohólicas estadounidense Zane Harris, que supo satisfacer las necesidades de la coctelería profesional para usos particulares. La serie RIEDEL Bar Drink Specific Glassware incluye seis copas perfeccionadas para servir miles de cócteles, y cada copa está diseñada con un tamaño, forma, volumen y capacidad para el hielo distintos. Descúbrelas más abajo o haz clic aquí para echar un vistazo a toda la colección.

Adquiere los instrumentos adecuados

Puedes remover tu cóctel con un palo largo y mezclarlo con una varilla, pero, ¿a quién impresionarías si cuelas tu margarita con un viejo infusor de té? La forma más rápida de que parezca que dominas el arte de la coctelería y que te sientas como un o una barman profesional es adquiriendo una serie de instrumentos básicos.

Coctelera: tanto en un Margarita como en un Gin Fizz, una coctelera se encargará de mezclar los ingredientes enérgicamente y de enfriarlos cuando se agiten con hielo.
Vaso mezclador: no todas las bases se logran con una coctelera. Un vaso mezclador te da la opción de remover suavemente tus cócteles controlando la cantidad de dilución de hielo.
Medidor: es muy fácil que una medida errónea arruine tu cóctel. La esencia de cualquier cóctel estupendo es el equilibrio perfecto de sabores.
Mortero: ¿recuerdas nuestra recomendación de utilizar ingredientes frescos en los cócteles? Un mortero es imprescindible para extraer el sabor y el aroma de las frutas y hierbas.
Cucharilla mezcladora: esta cucharilla extralarga y fina es ideal para llegar hasta la base de tus vasos mezcladores. Además, muchas recetas de cócteles requieren una medida de «cucharilla mezcladora», que es difícil de conseguir si no dispones de una.
Colador: este instrumento no solamente sirve para separar el cóctel del hielo. Un colador es imprescindible si no quieres que tus invitados encuentren un trozo de lima machacada en su Caipiriña.

Estudia las proporciones para empezar a experimentar

Detrás de la barra puede parecer que los y las barman siguen o rompen las reglas cuando mezclan algo para ti, pero saben perfectamente que los cócteles atemporales respetan una proporción estricta de ingredientes. Conocer estas proporciones te permitirá empezar a experimentar con tus propias creaciones, ya que están basadas en el equilibrio de los sabores entre la bebida alcohólica, el dulzor, el amargor y la acidez.

Una de las proporciones más fáciles de seguir es 2:1:1; dos partes de alcohol para una parte de dulzor y una parte de acidez. Entre estos ejemplos clásicos podemos incluir el Whisky Sour (whisky, jarabe de azúcar y limón) o la Caipiriña (cachaza, cubitos de azúcar y lima). Si no ajustas bien alguno de estos elementos, te arriesgas a crear algo que esté demasiado cargado, sea demasiado empalagoso o ácido. Fíjate en la composición de un buen cóctel y verás que esta proporción aparece una y otra vez.

Ahora que entiendes cómo funciona este equilibrio, puedes empezar a jugar con tus ingredientes. ¿Cómo afecta al cóctel si cambio lima por limón?, ¿cómo cambia el perfil aromático si añado un chorrito de bíter? Así descubrirás el arte de la coctelería.