Del Brut al Blanc de Blancs:
¿Te encanta el champán, pero prefieres que sea otra persona quien elija la botella? ¿Te gustan algunos champanes más que otros y no sabes por qué? Esta guía de las etiquetas de champán te proporciona los conocimientos necesarios para comprar con seguridad e incluso descubrir marcas o estilos de champán nuevos que no conocías hasta la fecha.
Hay una diferencia esencial: todo el champán es vino espumoso, pero no todo el vino espumoso es champán. Legalmente, solo los vinos espumosos producidos en la región francesa de Champagne pueden nombrarse y etiquetarse como champán.
Algunos vinos espumosos tienen otras etiquetas si proceden de regiones determinadas. El prosecco viene de Italia y tiene un perfil ligero y fresco con una burbuja viva. Nos recuerda a la pera, el melón o la manzana, además de contar con los cítricos típicos del champán. El cava es de España y se suele considerar como una alternativa de buena calidad al champán porque está hecho con el mismo método. Tiene un perfil de carácter más completo (textura cremosa, aromas a pan horneado) con un nivel de dulzor mayor.
Las regiones del Nuevo Mundo, entre las que se incluyen los Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda, también están produciendo vinos espumosos de alta calidad que merece la pena probar.
El champán se hace normalmente con tres variedades diferentes de uva. Cada una de estas variedades aporta unas características concretas que conforman el sabor y la estructura: Pinot Noir añade cuerpo, estructura y complejidad; Pinot Meunier añade aromas frutales y florales y Chardonnay añade frescura, elegancia y delicadeza. Los productores también aceptan el uso de uva Pinot Gris, Pinot Blanc, Petit Meslier y Arbane, aunque son mucho menos usuales.
La manera de mezclar estas uvas y la proporción utilizada de cada una cambian el sabor y el estilo del champán. Blanc de Blancs se produce utilizando solo uva Chardonnay y se conoce por su estilo nítido y cítrico, por otro lado, Blanc de Noirs se produce utilizando uva Pinot Noir o Pinot Meunier, y tiene mayor cuerpo e intensidad. Los nombres de estos dos estilos se traducen respectivamente como «blanco de blancos» y «blanco de negros» y se refieren al hecho de que ninguno de ellos tiene contacto con la piel de la uva durante la producción y, por eso, su color es «blanco».
El champán non vintage mezcla uva de cosechas múltiples de diferentes años, una práctica de los productores para conseguir equilibrio y continuidad entre las diferentes botellas. Dado que la mayoría de los champanes son non vintage, esta característica no figura en la etiqueta o encontramos tan solo «NV». Una forma de averiguarlo es buscando el año: si no figura, se trata de un champán non vintage.
Por otro lado, el champagne vintage suele ser más caro que el non vintage porque debe envejecer por un mínimo de tres años en botella y, además, su producción conlleva un tiempo, trabajo e inversión adicionales. Además, se hace con la uva de mayor calidad, pues su carácter y perfil deben valerse por sí mismos. El champán vintage suele ser más complejo que el non vintage, por lo que debemos disfrutarlo en una copa de vino de champán apropiada donde podamos apreciar perfectamente los aromas y los sabores. En resumen, el champán vintage nos lo deberíamos reservar para una ocasión especial, mientras que el non vintage lo podemos disfrutar en cualquier momento.
The majority of big Champagne houses – that is, the ones whose labels you'd recognise – take their grapes from a variety of different vineyards. These houses purchase their grapes from other growers, with some selecting from literally thousands of different plots. Grower Champagne is the opposite; it comes from a singular area so is based on the "terroir", or distinct character, of a place. The idea is that each year's harvest is different and its profile is based on sun, rain, and soil, rather than the consistency found in the larger houses.
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